Equilibrio: Trabajo/Descanso
Según Santa Hildegarda
Santa Hildegarda enfatiza la necesidad del equilibrio entre el trabajo el descanso. Nuestro sistema nervioso autónomo se encuentra formado del sistema simpático(actividad) y el parasimpático(descanso). Este controla la capacidad de moverse, respirar, ver, pensar, entre muchas otras. El sistema nervioso “autónomo”, en realidad no es autónomo porque lo regula el alma. Para que nuestra alma pueda recuperarse del esfuerzo diario necesita descansar. Nuestra alma y nuestro cuerpo descansan de tres maneras:
1. Dormir: una correcta proporción entre el dormir y estar despiertos nos ayuda a regenerar los nervios agotados. La calidad del sueño también es importante.
2 .Ocio y Diversión: actividades como leer, convivir sanamente con familiares y amigos, dar paseos en la naturaleza y culturales, preparar comidas o
postres sanos, entre otros, nos ayudan a retomar fuerza para seguir adelante en el día a día.
3. Oración: la oración es un primordial alimento del alma, cuando oramos entramos en conexión conDios. Dios siempre está para escucharnos, consolarnos y para darnos amor y sentir nuestro amor. Ya sea que repitamos oraciones, platiquemos con El, le contemos nuestras alegrías y nuestras tristezas o simplemente lo contemplemos en el Sagrario, Dios siempre estará presente dándonos respuestas, fuerza y amor.
El trabajo tiene que ser un medio para vivir tranquilamente y mantener a la familia. Para poder mantener un equilibrio debemos hacer una lista de prioridades en nuestra vida. Donde Dios deberá estar el principio y así nos lleve a la salvación de nuestra alma y a la de nuestros hijos, que es lo más nos debería de importar.
En un mundo donde las prioridades son el dinero, el éxito personal, el poder, el reconocimiento de los demás, el prestigio social y la diversión y satisfacción de los sentidos sin límite, difícilmente podemos obtener ese equilibrio entre trabajo y descanso. Todo este esfuerzo en vano nos llevará a más enfermedades, ansiedad, depresión, vicios, entre otros. Estas enfermedades cuestan mucho dinero y algunas ni con dinero podremos sanar. Por otro lado, las familias y el verdadero sentido de la amistad también desaparecen. Los hijos al estar solos caen en soledad, vicios, depresión, falta de esperanza y de fe.
Adicionalmente, si seguimos el Estilo de Vida de Santa Hildegarda, mejoraremos nuestra salud física y espiritual y donde hay buena salud también hay más productividad y buenas oportunidades para el futuro.
El tratado de Vicios y Virtudes de Santa Hildegarda, nos ayuda a crecer en virtudes lo cual hará que valoremos el verdadero valor de la vida en Dios y nos liberemos de las ataduras de las actividades, vicios y preocupaciones sin sentido.