Estilo de Vida
Santa Hildegarda
Dios le dio a Santa Hildegarda el método que necesitamos para Sanar nuestro Cuerpo, Alma, y Espíritu. Este método se lleva a cabo por medio de la alimentación, oración y una vida balanceada. Primero por medio de oraciones y consejos específicos para crecer en Virtudes y luchar contra nuestros defectos o Vicios. Después, la Alimentación adecuada para fortalecer nuestro cuerpo y prevenir enfermedades. Y finalmente trabajar en mantener en equilibrio todos los aspectos se nuestra vida.
Santa Hildegarda es una de las 4 santas que tiene el reconocimiento máximo que otorga la Iglesia Católica “Doctora De la Iglesia”.
El tratamiento de Santa Hildegarda es integral, porque debemos cuidar y sanar al mismo tiempo nuestro Cuerpo, Alma, y Espíritu.
Es un tratamiento ÚNICO ya que al venir directamente de Dios no tiene errores y si es voluntad de Dios nos va a curar y mantener sanos.
No son remedios “milagro”. Es un estilo de vida completo.
Estilo de Vida Santa Hildegarda
Todas la recomendaciones que damos están basadas en los escritos de Santa Hildegarda, los libros del Dr. Strehlow y algunas experiencias del equipo de la Botica de Santa Hildegarda … que no contradicen las enseñanzas de Santa Hildegarda.
No pretendemos sustituir las recomendaciones de su médico. Así pues, de ninguna manera proponemos que suspenda ningún tratamiento sin el consentimientos de su médico o profesional de salud.
¿Qué buscamos?
Dios desde la Creación quizo tener muchos hijos a quien amar y Ser amado. El amor mas grande es el que se corresponde. Dar amor y recibir amor. Solo así podemos ser felices. Una persona sana de Cuerpo, Alma y Espíritu puede amar… a Dios, a sí mismo y a los que lo rodean.
Fortalecer
- Virtudes
- Organismo
- Sistema Inmunológico
- Células
- Organos
- Aparato digestivo
Debilitar y eliminar
- Vicios
- Virus/bacterias
- Tóxinas
- Estrés
- Pensamientos negativos
Controlar
- Adrenalina
- Estrés
- Bilis
- Cortisol
- Otras hormonas
- Peso
“Yo, la fuerza renovadora, bebo del rocío de su bendición y grito sonriendo entre lágrimas: ¡Señor Dios, ayúdame! Con maravillosos sonidos
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“Siempre quiero abrazar a Dios y su armonía con un corazón puro y regocijarme en su