santahildegarda

“Pero yo soy el fundamento de todos los bienes de la vida y la torre protectora de las buenas obras. Cristo es nuestro modelo y sanación. Protejo a todos los que buscan. Yo los fortalezco a través del bautismo y sano a los enfermos con el poder del Espíritu Santo. Serás sanado de nuevo en el camino de la salvación y serás capaz de caminar por la vida con una blancura resplandeciente e inextinguible como un lirio que florece en Cristo”.

“Yo soy la fuerza que soporta el universo. ¿Por qué no iba a alegrarme incluso si alguien me hiciera una injusticia tan terrible? El mismo Creador descendió del cielo par abrazar al hombre. Yo, la humildad, descendí con Él, dejé mi patria protectora, para poder estar a partir de ahora en todos los rincones de la tierra. Yo no quiero jactarme de ser especial. Quiero ser el Sol que brilla en la oscuridad. Con Dios penetro todas las tinieblas de esta tierra y del universo.
Ninguna tormenta puede sacudirme porque estoy unida a la bondad de Dios ”.

“Yo el Amor, soy la fuente de tres fuerzas divinas: la Serenidad, la Ecuanimidad y el Equilibrio
Armónico. Extiendo mi manto protector día y noche para poner en acción las buenas obras y para poner bálsamo en las heridas. A nadie le debo nada. Yo soy la amiga más querida y más hermosa de Dios, y Dios me revela sus secretos. Todo lo que pertenece a Dios también es mío, porque llevo su vestido de novia. Vendo las heridas con lino, como el Hijo de Dios las cura con su túnica”.

conozco mis límites. ¿Cómo podría imaginarme que podía comprar las bellezas y los placeres de la vida? No puedo hacerlo hasta que se lo pida a mi Dios. Dejo atrás la vanidad del mundo y la codicia de la posesión. Trato de llevarme bien con el mundo en paz. Dios me da el pan de vida y, sin embargo, tiene su lugar en el hombre, para que sólo con Él puedan tener éxito las obras mejores y más útiles. El significado de la vida es ser un templo en el que crece lo divino y el ego se hace cada vez más pequeño”.

“Porque yo soy el Sol, la Luna y las estrellas. Yo soy la fuente de agua viva. Yo soy la raíz de toda la obra de Dios. Soy como el alma en el cuerpo. Yo soy la voluntad de Dios, así que de nuevo haré en el hombre lo que cada uno quiera. Hago todo lo que Dios me pide. Yo pertenezco al Consejo de Dios desde el principio, y Dios obró a través de mí todo lo que quiso crear… Puesto que vengo a Dios, no quiero a ningún otro Dios, no busco nada más y no deseo nada más que a mi Dios”

“Pero yo, la Fe, me regocijo con los ángeles y permanezco fiel a Dios, porque solo quiero lo que Dios quiere. Con los querubines escribo todos sus mandamientos exactamente como Dios desea y así actúo y decido de acuerdo con los profetas y sabios de este mundo. Guío a todos los reinos buenos del mundo, a la justicia de Dios, porque yo, la fe, soy un espejo de Dios y resplandezco en todos sus mandamientos”.

“Me siento con gran alegría en el trono de Dios y abrazo con esperanza todas sus obras. Llevo todo a buen fin y así me gano al mundo entero y a la gente… ”.

“Me siento al Sol y contemplo al rey de reyes, porque realizo todas mis buenas obras por amor a Dios. Tengo una vida feliz en la sinfonía. Me encanta la alegría de la dignidad humana y el deseo de una vida sencilla.

Pero yo vengo del poder supremo del Padre.

Dios ha creado el mundo con orden y lo ha establecido según su ley para el servicio del hombre… Así el hombre tiene más que todas las creaturas terrenales, todo lo que necesita para la vida. La gente está destinada a poder obedecer las leyes de Dios, con la conciencia tranquila… experimentaran su propia salvación y sanación”.

“Yo, sin embargo, soy un remedio para todos los que están enfermos con tu veneno. Yo curo lo que has herido, porque soy como una montaña de mirra e incienso y asciendo al cielo como una fragancia. “Señoreo desde lo más alto sobre las nubes y me recubro de todo lo bueno” Desde “lo más alto” es decir, cuando tenemos suficiente distancia para tener una visión general, encontramos la calma y en el silencio la paz.”

“No me gusta una vida cenicienta ni un mundo lleno de miedo y desesperación absurda. Mejor me apresuro hacia la inagotable fuente de la vida. Por eso lucho contra los viejos aguafiestas y destruyo sus obras con las armas de la sabiduría de Dios. Así lucho en el bando victorioso y oriento mi vida hacia las fuerzas positivas de la victoria de Dios”.